Alumnis de Composición realizan composiciones en base a obras de Pablo Picasso, que después interpretan los alumnes de Interpretación
El pasado 18 de mayo, coincidiendo con el Día Internacional de los Museos, los alumnos los alumnos del Centro Superior del Conservatori Liceu celebraron la séptima edición del Musicant Picasso, fruto del convenio de colaboración firmado entre la Fundación Conservatori Liceu y el Museo Picasso de Barcelona.
Desde hace seis años, y como proyecto de fin de curso, los estudiantes de composición y de música de cámara del Conservatori del Liceu realizan un proyecto con el Servicio Educativo del Museo Picasso se exploran las nuevas interpretaciones que otros lenguajes artísticos y nuevas generaciones de creadores pueden aportar a las obras de la colección.
Mediante un trabajo de conocimiento de las obras del artista con visitas a la colección del Museo y encuentros en el Conservatorio, los alumnos de composición crean nuevas composiciones breves inspiradas en las obras del museo. Después, alumnos de Interpretación tocan los temas que los propios alumnos han compuesto previamente. La novedad de este año, sin embargo, es que se ha tenido que realizar íntegramente en línea debido a las medidas sanitarias para la Covidien-19, lo que ha generado unos interesantes obras audiovisuales en las que podemos apreciar la imagen (de fondo, el obra original de Picasso) y el sonido (las composiciones e interpretaciones de los alumnos)
El programa de Musicant Picasso de la edición 2019-20 ha sido el siguiente:
El joven compositor Josué Blanco trabajó la obra La nana (1901), a partir de la cual generó la partitura Las choses de la vie ou harmonies dissonantes, que posteriormente interpretaron las alumnis Marta Torres Balcells (flauta), Oscar Rico López (viola) y Maria Gibert Matas (arpa). Se trata de una aproximación musical al contexto, técnicas, colores y detalles de la obra.
Martí Brugué trabajó en base a la Mujer con mantilla [Fatma] (1917), a partir de la cual creó la pieza Vocalise for Fatma y que fue interpretada por las alumnas de la promoción 2017-2018 Meritxell Milán, Nuria Sayos y Sofía Llobet (canto). A través de voces y de armonía, podemos aproximarnos al estilo puntillista de la obra pictórica.
Daniel Muñoz trabajó en base a Lola, hermana del artista, en el estudio de la Riera de Sant Joan (1900), que dio paso a la creación de Lola, bagatela. En este caso, la interpretación fue a cargo de los alunos Carlos Muñoz y Alba Valero (flauta). La composición nos acompaña en el misterio que rodea este cuadro, que efectivamente es que no se sabe quién es la persona que se ve retratada.
David Esterri trabajó Los pichones (1957) y compuso la pieza Palomas, que fue interpretada por los alumnos de máster Maria Polishcuk (flauta) y Jim Parbury (guitarra). Aquí podemos disfrutar de una pieza que incorpora la luces y los colores mediterráneos.
Ya en la recta final, Dani López trabajó sobre el cuadro Las Meninas (1957), a partir de la cual creó la pieza Peynándose estaba un olmo, que fue interpretada por el cuarteto de flautas formado por Blanca Garrido (flauta baja), Airam Dionis (flauta alta), Emma Muñoz y Cecilia Tena (flauta). Durante el curso 2015-16, las composiciones de los alumnos se basaron en la serie de Pablo Picasso Las Meninas. Para trabajar, se siguió el mismo procedimiento de Picasso: a partir de la obra Peynándose estaba un olmo, de Juan Hidalgo de Polanco (compositor barroco coetáneo de Velázquez), se han hecho variaciones, apropiaciones y se han expandido detalles o se ha reflexionado sobre la obra en conjunto.
Y, finalmente, Víctor Morató, también basándose en Las meninas, compuso la pieza Canción de cuna, interpretada por Xavier Olivar (viola) y Mariana Gómez (guitarra). En este caso, y a diferencia de la pieza anterior, podemos apreciar la atención que se presta a los ritmos lentos alternados con los rápidos.
Y como colofón del Musicant Picasso de este año el alumni de máster Sergio Monsalve, contratenor y el profesor Santiago Figueras, guitarra antigua interpretaron la obra de Juan Hidalgo, Peynándose estaba un olmo con el visionado del cuadro Las Meninas de Diego Velázquez.
Como decía Picasso, «Un cuadro vive su vida como un ser vivo, experimenta los cambios que la vida cotidiana nos impone. Esto es muy natural ya que un cuadro no vive sino por aquel que lo mira.» Así pues, estas «miradas musicales» creadas por jóvenes compositores enriquecen la colección del Museo Picasso de Barcelona y le dan nueva vida.
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