Más de 450 intérpretes han dado vida a la ópera para niños El pequeño deshollinador de Britten con la participación activa de sus familias y del público de coliseo barcelonés.
Concretamente, los coros que han colaborado en el espectáculo pertenecen en las escuelas Ágora Sant Cugat, Balmes Mataró, Centro de Música de Reus, EM Liceu Mataró, La Miranda, EM Liceu Urquinaona, ME Nuria Castells, Padre Damian, Pia Sarrià-Calassanç, Sant Gervasi Cooperativa, FEP Sant Josep Oriol, EM Victoria Geli. Como solistas, han actuado estudiantes del Departamento de Canto del Centro Profesional y Superior Liceu, acompañados por un grupo de cámara de alumnos del Centro Superior bajo la dirección de escena de Juanjo Marín y la dirección musical de Ricard Oliver.
La idea de representar una ópera de Benjamin Britten ha nacido por su profundo interés en componer música expresamente para niños. Concretamente, la ópera El pequeño deshollinador está inspirada en dos poemas de William Blake dedicados a los deshollinadores, niños normalmente huérfanos o procedentes de familias muy pobres. La obra gira en torno a una temática social y está impregnada de un carácter eminentemente didáctico. Es este objetivo pedagógico el que propicia que los personajes se articulen como arquetipos de las diferentes posiciones que podemos tomar, como ciudadanos, respecto a las injusticias sociales. Además, la ópera requiere que el público participe en varias canciones y, sin duda, esta implicación de los adultos representa los valores de colaboración, solidaridad y cohesión que promueve la Fundación Conservatori Liceu con la educación musical. En definitiva, la música siempre ha sido y será un instrumento para el progreso hacia una sociedad más abierta y cohesionada.
Del mismo modo que la música para niños de Britten, la Fundación Conservatori Liceu, desde todos los niveles académicos y con el Ciclo Liceu Familiar, impulsa el talento de los alumnos con los objetivos de dar la mejor preparación a los que quieran continuar los estudios para convertirse en músicos profesionales, extender la práctica musical amateur y contribuir a formar nuevos públicos. Además, la posición que mantiene la Fundación Conservatori Liceu frente a las injusticias es la de trabajar incansablemente, desde sus orígenes, para que nadie se quede sin educación por falta de recursos.
“Aprender es como remar a contracorriente. En cuanto se deja, se retrocede” – Benjamin Britten